Respiro (AOL, parte 1) (Marzo 2024)

Respiro. ¿Acaso no siempre respiro? si estoy viva, ha de ser así…

Puedo estar unos días sin comer o beber o dormir, pero respirar, poco tiempo puedo estar sin hacerlo… es una cuestión vital, igual que el latido del corazón. Respiración y Latido, ambos pulsos vibran en nuestros cuerpos, cada día, cada minuto, cada segundo.

Lo que yo no sabía es que la respiración es una herramienta. Una forma fácil, súper fácil, barata y bonita de cambiar la energía de mi cuerpo, especialmente mi energía mental. Es como si el globo fuera mi mente y el hilo al que está atado el globo y del que yo tiro fuera mi respiración. Con mi respiración puedo gestionar mi mente, y eso es la leche.

Aquí escribe una persona con una gran ruido mental, muchas veces observo ese ruido y es abrumador, y que está constantemente yéndose a pasado y futuro. Llevo tiempo buscando una forma de estar más y mejor en el presente, me pasa mucho, que me evado, si no me interesa muy mucho lo que hago o con quien hablo.

Y es que la mente funciona así. El tema es que no termino de entender por qué, porque esa función no me favorece, no me permite disfrutar de mi presente y muchos momentos me los pierdo por estar ensimismada en pensamientos que no sirven. Es por eso que si pudiera, iría a Dios y le diría, ¿por qué has creado esta máquina de esta manera? ¿no lo podrías haber hecho un poco más fácil amigo?

Tampoco pienso que sea una función en vano, porque el irse para atrás,

el recordar, nos hace sentir de nuevo en tiempos bonitos y sentirnos cerca de aquellas personas que estuvieron en ese momento,

el proyectar, el mirar al futuro, permite crear nuevas realidades.

De alguna manera siento que tenemos una máquina muy potente con nosotros, sin embargo, nadie nos ha dicho cómo usarla. Ahora cada vez hay más estudios científicos sobre su funcionamiento sin embargo siento que se pierden partes. La mente es mucho más.

De hecho, puedo decir que tengo un trabajo absolutamente mental. Donde utilizo únicamente la mente, el cuerpo lo tengo sentado en una silla frente al ordenador las 8 horas del día.

Al cuerpo no le puedo atender mientras trabajo, puedo atender sus señales pero muchas veces como la mente domina el tiempo porque me toca razonar, pensar, escribir, calcular… todo ello mental, ignoro las señales de mi cuerpo: la comida, el baño, la menstruación.

Sin embargo, la respiración es cuerpo. Y cómo puede ser que el cuerpo controle la mente? Es curioso. Porque al cuerpo siempre le he tenido relegado, de hecho entiendo que por mis creencias, y ahora con la perspectiva de la vida consciente el cuerpo toma una relevancia bien grande.

Es super poderoso trabajar con el cuerpo: el cuerpo habla de muchas maneras, lo que me he dado cuenta es que no estamos acostumbrados a entender su lenguaje y por eso nos cuesta.

  • Cuando tenemos alguna enfermedad en el cuerpo o nos pasa algo en la piel, el cuerpo nos está dando información de nuestros desequilibrios internos. Es una consecuencia de lo que se cocina en el interior, no es algo que salga por casualidad. De hecho, hace poco descubrí que las enfermedades o alergias en la piel están relacionadas con el sistema nervioso, con todo lo que nos genera ansiedad, nervios, … porque cuando éramos un embrión nuestra primera piel y sistema nervioso estaban unidos.

Recuerdo cuando llegó por primera vez a mi el tema de la respiración de la mano de Eva Consciente (la podéis encontrar en Instagram, la recomiendo enormemente). Hablaba de acumular minutos de presencia a través de la respiración, y ahí nos poníamos todos a respirar, aunque a veces me evadiera, no había que sentirse mal sino, simplemente, continuar respirando.

Luego seguí respirando en contadas ocasiones, porque respirar, la verdad, no es algo que me fascine, no es algo muy fancy digamos jajaja, porque la mente me está bombardeando todo el tiempo de, para qué vas a a respirar Laura? es una tontería, si ya respiras todo el tiempo, no ganas nada con ello, no produces…

Pero bueno, ya me voy acostumbrando al lenguaje de la mente y a escuchar más mi corazón, y es que el corazón es tan tan tan distinto

es todo lo contrario,

el corazón confía,

sabe que aunque no lo entienda si me llega tiene un sentido, me dice que avance sin entender, que confíe en la vida, que todo es un proceso….

que no hay nada que hacer,

no hay que llegar a ser nada, porque en realidad, YA LO SOY TODO.

Eso me dice, que YA LO SOY TODO. Y me desarma, y me libera, y me tranquiliza, y me llena de amor, y de paz.

Y fue a partir del viaje de Avalon que conocí a mi amiga Diana que me comentó que era instructora en “The Art of Living” de una técnica muy poderosa de respiración.

Y digo, bueno, ya vuelve de nuevo la respiración a mi vida, como ya vino y no la integré, ahora vuelve de nuevo jajaja

Y me invitó a una masterclass que tuvo lugar en un hotel y en donde probé una parte de la técnica y ahí lo ví claro. La quiero!!! La quiero porque me cambió mi energía completa, haciendo unos simples ejercicios, nuevos para mí con la respiración. Estaba claro que no estaba allí por casualidad.

Aunque en su momento me dije a mí misma que estaba harta de anotarme a cursos y formaciones que no lo haría más, esta vez decidí anotarme al “Curso de Respiración”. Un taller que tuvo lugar durante un fin de semana, viernes tarde, sábado y domingo por la mañana en la calle Eugenio 5 Madrid, cerca de Plaza Castilla en Madrid.

Fue un viernes. Después de una semana agotadora. El curro me tenía estresada. Estaba madrugando para sacar cosas que necesitaba sacar, y dando lo mejor de mi para que las cosas salieran, aunque resultando al final del día en un gran ruido mental y una energía muy pesada. Con muy poca paciencia para con mis hijos y totalmente alejada de las señales de mi cuerpo.

-Ya sabía que cuando tuviera lugar el taller sería un momento en que realmente lo necesitara, siempre pasa, y así fue-

Viernes, mi día favorito de la semana. Me fui a aparcar temprano para ir tranquila y llegar a tiempo. Recuerdo encontrar un parking y un lugar nuevo, donde las 4 torres de Madrid. Y para el curso me fui.

Allí me esperaban Ana y Telma, dos mujeres maravillosas, instructoras del curso, que actuaban como voluntarias en representación de la fundación.

Esta vez éramos poquitos decían, siete. Empezamos con unas primeras respiraciones incluyendo también cuerpo, y cuando terminamos realmente lo agradecí, porque me sentía mucho mejor, había logrado dejar atrás parte de esa energía densa que venía arrastrando durante la semana.

Luego vino el momento de las presentaciones. Y nos invitaron a presentarnos a cada uno del grupo de pie, diciendo nuestro nombre y luego la frase “yo te pertenezco”. La verdad es que me rechinó bastante esa frase porque justamente yo estaba trabajando en mi la creencia de que no pertenezco a nada ni nadie, y nada ni nadie me pertenece.

Y con nada, me estoy refiriendo también a mi marido y a mis hijos, ellos no me pertenecen, simplemente estamos juntos porque decidimos estar para nuestra evolución aquí en la Tierra, nada más. Mis hijos me eligieron para que yo les ayudara a empezar su camino y su vida, soy su guía, pero no me pertenecen.

Y al decir esta frase a otro compañero mirándole a los ojos, la verdad que uno se sentía un poco vulnerable. Al final, luego entendí, que la idea no es decirle que yo soy de su propiedad, sino que formo parte de su sistema, de que estamos juntos en esto, en lo mismo.

Y a partir de ahí empezamos a aprender distintas técnicas de respiración:

  • Prayanas
  • Bhastrika (esta es mi favorita porque es una técnica que te da energía al cuerpo, nunca pensé que la respiración pudiera ir en esa dirección pues siempre lo asocié a la relajación, entonces me parece brutal y super útil).

Y la parte final de la clase fue muy interesante. Primera vez que lo experimentaba en mi cuerpo, mi primer viaje. Y me encantó descubrirlo sin haberlo hecho antes:

SUDARSHAN KRIYA

Nos pusimos cómodos, y durante 50 minutos seguimos con nuestra respiración el ritmo marcado en un audio, a veces unos ritmos rápidos y cortos, a veces unos ritmos más pausados y largos.

Fue una sesión que parecía que había empezado un videojuego y tenía que lograr llegar al final, como una maratón, estar bien concentrada en seguir el ritmo, hacer lo que tenía que hacer, para que la respiración cumpliera su función.

Terminamos tumbados con una mantita.

Relajada, me sentía super relajada. El estrés del trabajo había desparecido por completo. Yo era otra. Ya no quedaba nada de la Laura que llegó.

Respiración, eres un regalo, de verdad, eres grande aunque la mente te ve pequeña.

Y así me fui a mi casa, bien respirada… y así fue como esa noche, dormí como un bebé.

Y allí estaba de nuevo, el segundo día, sin expectativa, preguntadme qué tocaba hoy.

Primero trabajamos el cuerpo, estirando y moviendo cada una de las partes, yoga. Ahí me di cuenta del robot que era, cero flexible, me costaba todo. Yo sé que algo tengo que hacer con eso pero entiendo que es resultado de ese moverme poco y estar tanto tiempo sentada. Pero bueno, confío en que el universo me traerá la solución pronto.

Y una vez hecho eso, nos pusimos de nuevo a respirar. Lo mismo del día anterior. Prayanas, Bastrika y Sudan san cría. Lo último, un viaje.

En ese viaje pueden pasar cosas, salir emociones que están estancadas, reír, llorar, sentir cosas inesperadas…

El viernes sentí que echaba de menos a mi familia, quería estar con mi marido y mis hijos en casita disfrutando del viernes, esa fue la emoción que recogí, sin juicio, simplemente la vi, l0 observé.

Y el sábado me pasó que en tres momentos del proceso, se me cayó la cabeza, quizás entré en un nuevo estado de conciencia, porque no sentí que me durmiera.

Me contaron que podía pasar las dos cosas. Y cuando se me caía la cabeza porque perdía la conciencia, recuerdo a las instructoras decir “seguir respirando” jajaja y ahí ya volvía al ritmo.

Y luego cuando nos tumbamos, porque en la última parte hay que recostarse en el suelo con la esterilla y una mantita, ahí sentí una energía que recorría mi cuerpo. Era agradable, dulce, suave… me gustó, sentí que estaba acompañada, que no estaba sola.

En realidad nunca lo estamos, siempre estamos cuidados, el tema es que no lo notamos, no lo sentimos… y ese momento en el que sientes el amor del cielo, de “estamos contigo Laura”, “te acompañamos”, esto es muy bueno para ti, pues se me caen las lágrimas y el corazón se me encoge, porque ya os digo que el cielo es puro amor. Cuando uno logra esa conexión, todo cambia.

Fue luego en la sesión cuando continuamos hablando, pues teníamos que traer respondidas dos cuestiones:

  1. qué es lo que haría que fuera feliz
  2. cuándo voy a ser feliz

La parte del cuando me rechina bastante. No lo quise decir por respeto, pero el «cuando» significa que hay que llegar a algún lugar, cuando en realidad no es así, no hay prisa, todo es un proceso, no se llega a un lugar en un momento, sino que se va llegando minuto a minuto, día a día.

Y lo de ser feliz, tampoco me encaja, ese no es mi objetivo, no es donde me gustaría llegar, más bien busco sentirme en paz, absolutamente plena desde lo que soy, desde lo que tengo dentro, desde mi corazón, desde mi luz. Aunque en realidad luego hablando entre todos, a eso se refería la pregunta.

Mi respuesta fue, yo seré feliz cuando logre ENAMORARME DE LA VIDA. Eso deseo, eso busco. La espiritualidad me ha brindado la visión de que eso es posible

 

Y qué sería enamorarme de la vida? para mí sería fluir con el universo disfrutando de manera presente cada uno de los momentos, no yéndome a pasado ni futuro ni evadirme, sino tener una absoluta presencia en cada inspiración y exhalación. Eso es, ahí yo sé que lo tendría todo, que no necesitaría más.

Fue muy bonita la conversación, no se hizo pesada. Hablar de estas cosas me encanta, porque son espacios donde las personas abrimos nuestro corazón, y compartimos, y lo que dice uno y otro también resuena a otro, y ahí es cuando nos sentimos uno. Por eso me gustan tanto los retiros, porque pasan estas cosas.

Y por último nos dieron a conocer los 5 principios de The Art of Living que me parecen maravillosos y me encajan totalmente, y estos son:

Significa que el mundo en el que vivimos está compuesto de opuestos. Sol y Luna. Blanco y Negro. Y no puedo valorar la salud si no conociera previamente la enfermedad.

Esto es algo que no me había planteado antes, y siento de alguna manera que en mi naturaleza no veo intención, pero bueno, me lo quedo por ejemplo para situaciones con mis niños en donde me rompen cosas sin querer.

La aceptación, esto sí, esto es algo que he hecho consciente en mi vida y continúo trabajando en ello. Es clave para vivir en paz interior. Acepto la aceptación jajaja

 

Este principio me fascina, es mi favorito y va muy en línea con la respiración.

Porque muchas veces nos pasa que nos venimos muy arriba cuando alguien nos dice algo bueno o bonito de nosotros o nos vamos al foso de la tristeza o culpa cuando alguien nos dice que hacemos algo mal, que debemos mejorar o cambiar.

Sin embargo, este principio invita a mantener el equilibrio, a buscar que no me afecte a mi ánimo a mi paz, lo que opinen los demás, ya sea una cosa o la otra, mantener mi centro, mantenerme en mi equilibrio.

Y es que es lo que trae la técnica de respiración aprendida, justamente. Cuando se practica todos los días, el mayor beneficio que trae es ese mantenerse en el centro, que no me afecte. Eso es RECUPERAR MI PODER. A eso me refiero cuando hablo de ello. Que nada ni nadie perturbe mi paz.

Lograr eso es una maestría sin duda, pero bueno, nadie dijo que no vayamos por el buen camino 🙂

*Presencia.

Estar presente.

Anotados en mi corazón quedaron.

Y por último, nos llevamos deberes.

Además de continuar respirando por supuesto,

-Hacer una lista de mis necesidades y responsabilidades,

-Hacer 3 acciones de bien/ayuda a otras personas a lo largo del día,

-Llevar un regalo al día siguiente.

Y así fue cómo terminó el segundo día.

Comenzamos el tercer y último día. Como la sesión anterior, empezamos con cuerpo, haciendo unos sencillos ejercicios de yoga, soltando aquello que no nos pertenecía. Y fue ahí después cuando llegó el momento de la verdad, donde íbamos a ver cómo era la técnica completa para llevarnos a casa y practicar todos los días a partir de ese momento.

Era la suma de las técnicas aprendidas más una simplificación del audio largo escuchado, el SUDARSHAN KRIYA, lo que se llama KRIYA CASERO.

La verdad que eché de menos no haber hecho “SUDARSHAN KRIYA largo” porque es una técnica muy potente que me dejaba “fina filipina” pero ya nos comentaron que se recomienda una vez a la semana y siempre en grupo.

Y así es cómo me comprometí a respirar con la técnica todas las mañanas. Porque no es respirar como tal, hay una técnica detrás, tiene más de 30 años de historia por detrás, una fundación sólida, y evidencias científicas que avalan cómo ayuda a salir del estrés y la ansiedad. Y es que a mí me gusta saber esas cosas, pero lo que más me gusta es experimentarlo.

Si os soy sincera, estoy convencida de los beneficios de la técnica porque lo he sentido en mi cuerpo. He logrado a ese bienestar interno que tanto ansiaba. Esta técnica lleva a un estado final de MEDITACIÓN, a partir de ahí uno puedo quedarse meditando… de hecho uno de los participantes del taller dijo que un día cuando lo practicaba se quedó dos horas y media meditando sin darse cuenta, se le pasó, y me lo creo, porque a mí en algún momento entraba en trance, como os comentaba anteriormente…

Y lo del bienestar interno que os contaba, cuando terminaba la sesión y nos tumbábamos en la esterilla con la mantita encima, fue ahí, ahí fue, cuando experimenté ese gran bienestar interno, ese NO NECESITO NADA, ese YA ESTÁ, NO HAY NADA QUE HACER porque ya me siento bien, ME SIENTO PLENA, y ufff… estoy tan agradecida por haber llegado a ese lugar… ese lugar es un paraíso, un gol en todo mi recorrido de búsqueda, un hito que me permite recuperar mi poder a través de una herramienta interna como es la respiración.

Lo mejor de esta técnica es que es gratis. Hoy en día se venden muchos productos que te prometen la mejora de la concentración, el aumento de la energía, etc… y os voy a ser sincera, he comprado en diferentes ocasiones y al final lo he terminado dejando porque no terminaba de experimentar en mi unos beneficios claros. Que seguramente los haya, no digo que no, pero no veía un impacto tan claro como la respiración en este caso.

Y es que es gratis, y algo mío, por eso me permite recuperar mi poder, porque no dependo de nada ni de nadie, allá donde vaya, si me voy de viaje, allá que voy con mi técnica de respiración. Así que me la quedo para mi para siempre.

En este fin de semana ya he experimentado los beneficios, y es ahora cuando me comprometo a continuar respirando todas las semanas durante 40 días, es ahí donde dicen notaré impacto. Y es que me lo creo, porque ya lo he experimentado. Y de verdad espero volverme una persona con una mayor maestría, logrando ese equilibrio emocional que tanto anhelo porque no lo tengo.

Los vaivenes del trabajo y personales me alteran enormemente, el sueño, la comida, los nervios… tengo una gran sensibilidad, y lo que trae esta técnica a mi vida es equilibrio, que aunque lleguen desafíos, los pueda superar con una cierta templanza. Veremos si cubre con mis expectativas, pero sin duda, creo que mi nuevo café de por las mañanas va a suponer un cambio real en mi vida.

A partir de ahora me propongo dar el 100% en todo lo que haga,

porque así no hay culpa,

A partir de ahora me propongo no ser la pelota de la opinión de los demás,

porque es mi verdad lo que me hará libre,

A partir de ahora me propongo respirar todas las mañanas sin faltar una,

porque así mantendré un equilibrio emocional y energético.

A partir de ahora. ¿Qué pasará a partir de ahora? Nadie lo sabe, tan solo sé que estoy comprometida a liderar mi vida desde el mayor equilibrio posible con la intención de cumplir el propósito por el que estoy aquí, en la Tierra, siendo protagonista de mi historia dentro de lo que es llamada la Gran Humanidad.

¿Te animas a respirar conmigo?

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