Raíces asomándose en el horizonte,
mientras las copas de los árboles
descansan bajo el suelo.
Un lugar
donde la música
es una forma de vida,
Y las notas
acarician los tambores
para hacerlos sonar.
Donde los niños
nos recuerdan jugar,
Y lobos y humanos son amigos,
Y el músico es músico,
Y el poeta es poeta,
Y el pintor es pintor,
Porque el miedo no existe.
Donde el Sol es la Luna,
Que brilla sobre una única Tierra sin fronteras,
bañada por un mar de agua dulce.
Un mar lleno de olas que son remolinos verticales,
en los que surfear hasta el infinito.
Y la lluvia cae para arriba,
Y el abrazo es el saludo universal,
Y la risa nuestro lenguaje,
Y quizás las emociones nuestros sonidos,
con las que vivir bailando en lugar de caminar.
Un mundo donde la selva es decoración del desierto,
Y subimos montañas en bajada,
lleno de arco iris en formas triangulares,
que iluminan la sombra con sus siete colores,
Y nos permite vislumbrar un futuro lleno de paz.
Sintiendo que todos somos uno,
agua fluyendo con la vida,
fuego quemando nuestras creencias,
tierra firme para poder ser,
Porque los impulsos gobiernan nuestra razón.
Donde los volcanes emanan luz
en lugar de llanto,
Y el trabajo es un tiempo de libertad para cada uno,
Donde en la educación de los niños es solo el cariño,
Y el amor el bien material más preciado.
Ahora,
los pájaros tienen piernas
y nosotros alas para volar,
Y las tortugas caminan a la velocidad de la luz,
Y la orquesta guía al director,
Y los helados son salados,
Y el artista es artista,
Y EL CIELO ESTÁ EN LA TIERRA . . .
Y de repente,
me despierto sobresaltada con el corazón latiendo fuerte.
Estoy nerviosa,
pero cuando me doy cuenta
me relajo,
y muestro en mi rostro una tímida sonrisa.
Porque sí,
Quizás sea así,
Quizás sea hoy el día en que,
lo que he soñado,
¡comience a ser una realidad!